Tras más de 24 años de funcionamiento, trabajo y respaldo al sector cultural de la localidad, la Casa de la Cultura de Engativá hoy tiene un futuro incierto. En julio pasado, el Fondo de Desarrollo Local de Engativá interpuso una querella en contra de la Corporación Casa de la Cultura de Engativá buscando que se protegiera su derecho a la posesión y tenencia sobre los predios en los que actualmente funciona la Casa, en el barrio Villa Luz, al considerar que actualmente están ocupados ilegalmente por Corporación Casa de la Cultura. Para el alcalde local Víctor Huertas, el comodato, que permitió un funcionamiento articulado entre la institucionalidad y el sector cultural para que la casa les abriera las puertas a miles de ciudadanos y ciudadanas y ofreciera formación y espacios de encuentro comunitario, perdió vigencia desde el 2013, y se debe desalojar la casa.
El pleito se venía desarrollando en medio de un proceso rápido, que permaneció oculto para el sector cultural y la comunidad en general, y que resultaría favorable a las pretensiones de la alcaldía. El pasado 25 de agosto el Inspector 18 distrital de atención prioritaria de policía declaró infractor a la Casa de la Cultura y a su representante local, e impuso la medida correctiva consistente en restituir el bien, en un término de 10 días hábiles.

¡La casa se respeta!
La noticia cayó muy mal entre el sector cultural y la comunidad en general. La casa es reconocida como un espacio abierto a espacios de formación en danza, música y teatro. Allí se han presentado artistas emergentes y su tarima ha sido testigo de cientos de presentaciones de danza, asambleas populares y culturales, ensayos de batucadas, encuentros de memoria y uno de los logros más importantes del movimiento social de la localidad: El Tribunal Popular de Engativá, espacio de memoria y justicia que busca verdad frente a los asesinatos y la violencia policial del 9 de septiembre. Eventos que quedan en la memoria de los miles de habitantes de la localidad que han transitado por sus salones y reconocen la importancia de su actividad para la comunidad.
Es importante tener en cuenta que la Casa de la Cultura de Engativá funciona en un formato de organización social y comunitario que fue aniquilado en Bogotá. Esta, como otras casas de la cultura en el pasado surgieron de la organización social de artistas y el sector cultural. La administración, uso y goce de los espacios de la casa se conciertan y coordinan entre actores del sector, sin intermediarios administrativos. Las últimas décadas se ha impuesto un modelo de patrón privado sobre bienes públicos, con un jefe que define horarios y limitaciones para el uso de instalaciones y equipamiento. Esto se rompe con las casas de la cultura que organizan y realizan autogestión, la última de ellas, la casa de la cultura de Engativá.
Por esta razón el ambiente de indignación hizo que la vecindad, sus artistas y gestores culturales se manifestaran frente a la alcaldía exigiendo del alcalde local Víctor Hugo Huertas atender los reclamos de los miembros del sector cultural. Aunque se hizo esperar, el Alcalde finalmente accedió a ir al punto de concentración de los manifestantes, a quienes escuchó en sus peticiones centrales como suspender el desalojo y concertar con los diferentes grupos y organizaciones la política cultural de la localidad. Finalmente, accedió a analizar jurídicamente qué posibilidades hay de suspender la acción de querella, e informar el resultado de este análisis a los ocupantes de la casa y a la comunidad en general.
El balón en la cancha del Alcalde
Han pasado un poco más de 20 días desde aquel acuerdo, y aunque no ha habido reunión de socialización del análisis jurídico, la alcaldía tampoco ha insistido en el desalojo. En su momento el alcalde comentó que él no podía detener una acción tomada por una autoridad independiente a él como un inspector de policía, pero revisada la decisión hay un parágrafo que parece darle al alcalde la herramienta que necesitaba para evitar el desalojo. Allí se precisa que para verificar la finalización del término de 10 días hábiles el Fondo de Desarrollo Local debe informar que no fue posible una restitución pacífica y que es necesaria la acción policial.

¿Cuál es el modelo de cultura de la localidad?
Más allá del pleito coyuntural de la casa, el sector cultural viene manifestando su inconformidad con el manejo que la alcaldía local da a los recursos para apoyar a los artistas. En la asamblea se comentó el descontento generalizado por que los recursos existentes no llegan directamente a las agrupaciones y colectivos que se la juegan por la cultura en la localidad. En el Plan Local de Desarrollo, para la línea Bogotá confía en su bien – estar la alcaldía destinó el rubro más grande para el año 2025. Son cerca de $33.575 que deberán ser ejecutados en los próximos cuatro años, de los cuales $979 millones están destinados para la elaboración de eventos de promoción, circulación y apropiación de actividades artísticas, culturales y patrimoniales 2025 recursos que hoy no se ven reflejadas en las condiciones de trabajo y profesionalización, hecho que ya sido denunciado por colectivos artísticos de la escena teatral, y hace parte de los temas de fondo que el alcalde debe resolver: el modelo de apoyo a la cultura.

¿Lo público para quien?
En paralelo a estas dificultades, la alcaldía mayor expidió el Decreto 315 de 2024 por medio del cual fija una cruzada por la “recuperación” del espacio público y de la estructura pública existente. En el decreto se fijan planes y acciones en contra de quienes consideran hacen uso inadecuado del espacio público, por ejemplo, dentro de las acciones priorizadas están las instalaciones de Transmilenio que ya ha sido sometidas a operativos que desplazan a vendedores informales, pero también están todos estos predios que formalmente pertenecen a la alcaldía y como los de la Casa, y frente a los cuales no existe claridad de la destinación pensada por la alcaldía en dado caso que se concrete el desalojo. Aunque hoy las actividades cotidianas de la Casa continúan, la zozobra sobre el futuro del predio continua y las intenciones del alcalde, en medio de la incertidumbre por su continuidad, no han sido claras, pues su concertación con el sector ha quedado una vez más en veremos.
En este ambiente la comunidad insiste en organizarse y aún se convocan actividades que continúan demostrando el poder de la cultura. Los artistas y cultores de Engativá invitan a la comunidad y el resto de la ciudad a conocer la forma en que se promueve y desarrolla la cultura desde las comunidades. Como nosotros(as) cada tanto, les invitamos a darse una vuelta por la Casa de la cultura de Engativá y defender un modelo que organiza la vida desde la vida misma.
La Casa de la Cultura es un espacio para los niños, niñas, adolescentes y adultos en dónde se crea, se ríe, se aprende, se sana y se disfruta. Es injusto, TOTALMENTE INJUSTO que desaparezca un lugar tan maravilloso. Y más, con el trabajo tan increíble que ha hecho el director con sus propias manos!. La Casa se respeto!!